Fuego en Casa de Amaranto
Fue difícil el rumbo
sobre el lomo filoso de la cordillera.
Vientos remotos y obstinados
se enfrentaron ese día
en una extraña reyerta sin testigos.
Aullaban, armados con las espadas mortales
de lejanos ventisqueros,
con toda la lluvia que pudieron reclutar en tanta agua
y en la húmeda grisura de ese
cielo
amenazante
que insistía en mostrarnos
cómo se le pelea a la vida
desde la inocencia frágil y pequeñita de un rancho.
Esa tarde,
cuando el invierno se adelantó
a descolgar los primeros hielos
sobre la fragilidad de los techos,
descubrimos el abrigo
de la sangre antigua de los Aigo,
el calor infinito de los abrazos
y el fogón
y las tortas fritas
y el mate.
Esa tarde,
cuando el amor disimuló vendavales
fuimos bienvenidos
y nos condecoraron hermanos.
Guatraché - La Pampa - Argentina
Contacto: gejota@guatrache.com.ar
1 comentario:
La gran poesía del querido Guillermo.
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