Un viejo le había dicho que aquella piedra del acantilado hablaba cada diez siglo, pero que no tenía certeza de que fuese cierto.
El niño escéptico ante la historia, se aproximó y con un gesto enérgico le dijo: “habla si tienes algo de imaginación” , y la piedra hizo una mueca y se desintegró en millones de fragmentos atómicos que se diseminaron por el suelo.
El niño regresó donde el viejo y le dijo: “ “La piedra está viva, no habla pero gesticula”. “Un gesto es un síntoma de la inteligencia, contestó el anciano, y se fueron caminando por el tiempo en busca de algún otro fenómeno que los pudiese asombrar.
El niño escéptico ante la historia, se aproximó y con un gesto enérgico le dijo: “habla si tienes algo de imaginación” , y la piedra hizo una mueca y se desintegró en millones de fragmentos atómicos que se diseminaron por el suelo.
El niño regresó donde el viejo y le dijo: “ “La piedra está viva, no habla pero gesticula”. “Un gesto es un síntoma de la inteligencia, contestó el anciano, y se fueron caminando por el tiempo en busca de algún otro fenómeno que los pudiese asombrar.
(del libro: “Dios necesita un siquiatra)
Chile
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