sábado, 19 de marzo de 2011

Nº 56 - Otoño 2011

 Antonio Esteban Agüero




Réquiem para un joven minero

Brillaba el sol arriba
en la bandera
deslumbrante del cielo,
cantaban los pájaros, y a veces
en las últimas lomas el cencerro
de las cabras latía como el pulso
musical del silencio,
el arroyo caía entre alamedas,
pastaban caballos y corderos,
y el aire serrano penetraba
fácil y dulce por el pecho,
cuando explotó la carga
en la entraña del cerro.

Allá, muy abajo,
más allá de la salvia y el mastuerzo,
más allá de las últimas raíces,
de los algarrobos y chañares viejos,
más allá de las venas soterradas,
del agua subterránea,
más allá del granito, todavía
más allá, casi en la frontera
del cuarzo virgen
donde el wólfram negro
yacía en un cósmico reposo
desde que Sirio deslumbró en los cielos.

Él era joven, tanto
como un hombre puede serlo,
con los ojos ansiosos de muchachas,
los brazos duros
y los dientes nuevos,
él era un hombre, sí,
como tú y como yo,
columna de sangre y de deseo
de pie en la vida,
circulado de tiempo;
mas para la compañía
era un número más en su fichero,
un número más,
un frío, triste número
impersonal y duro como el cero.

Lentamente,
sobre una angarilla los mineros,
transportaban al joven, lentamente
arrastrando los pies, por la tiniebla
definitiva del túnel oscuro,
arrastrando los pies entre la broza ...


Antonio Esteban Agüero: Nació en Piedra Blanca (San Luís) el 7 de Febrero de 1917 y murió en San Luís el 18 de Junio de 1970.
Se graduó de Maestro Normal Nacional en la Escuela Normal "Juan Pascual Pringles" de la Ciudad de San Luís. Pero desde muy temprana edad se sintió y fue poeta, siendo su poesía de extremo existencial, honrando de esta manera, la condición que distingue a los cultores del género, desde el más remoto pasado.
Ocupó diversos cargos públicos.
Entre sus obras se destacan: "Poemas lugareños" (1937), "Romancero Aldeano" (1938), "Pastorales" (1939), "Romancero de niños" (1946), "Cantatas del árbol" (1953), "Un hombre dice a su pequeño país" (1972), "Canciones para la voz humana" (1973) y "Poemas Inéditos" (1978).

Marcela García Ferré

Luz

Marginalidad agachada
en el ángulo cerrado
de un callejón. Aerosoles.

Levanta las rodilla de los meses,
aprieta los dientes teñidos
por el vino de aquella cena
y camina,
con los dos pesos repartidos
en una sombra

alargada

musitada
por los años,

sin notar,
aún,
cómo limita con la luz


(del libro: "Del otro lado, lo ausente")


Nació y vive en la ciudad de Buenos Aires.
Contacto: eslabondeletras@gmail.com

Angélica Garay



In Memorian

Flagelación de la tierra

En algún lugar
a metralla descarna el hueso
el hacha desfolla bosques
el agua anega nidos
el frío amortaja hombres
el hambre condena vidas
la indiferencia fusila esperanzas
los brazos del amor muy poco abarcan
entonces
alguien
con peso en el corazón
en un poema amargo se desangra

del libro: "Flagelación de la tierra" (1994)


“Cuando un amigo se va/queda un espacio vacío/que no lo puede llenar/la llegada de otro amigo...” , dice la canción del cantautor pampeano Albero Cortés.
La partida de la querida Angélica, quizá todavía no puede llenar el espacio vacío de nuestro corazón; porque ella, siempre fue y seguirá siendo un ser muy especial para todos aquellos que la conocimos en vida.
Había nacido en Cavanagh (Departamento Marcos Juárez) – Córdoba, pero su vida familiar y literaria transcurrió entre Bahía Blanca, su amada Villa del Totoral (Córdoba), y la ciudad de Córdoba, donde falleció el 28 de diciembre de 2010.
Entre sus libros publicados, podemos mencionar: “Entre piel y alma”, “Flagelación de la palabra”, “Guijarros”, “Comarcas y otras latitudes”
La última vez que escuché su hablar pausado y profundo, fue en el programa “Luna de Pájaros”, que conduce Liliana Chávez todos los lunes por FM Activa de la ciudad de Córdoba.
Reproduzco aquí, mi homenaje en el blog de Lili, del programa homónimo:
La tristeza me embargó, cuando supe de la partida de la querida Angélica hacía el Padre Celestial, quizá para reencontrase con su querido y amado Gringo, que siempre nombraba, con su maestro, Don Oscar Guiñazú Álvarez, con su hermano poeta del alma Horacio Goslino.. Allí estará como siempre estuvo con nosotros compartiendo su poesía.
Conocí a Angélica hace muchos años, en no sé en que encuentro de tantos, de los cuales ambos transitábamos, uniéndonos de allí una profunda y linda amistad.
Como decía, tantos encuentros, tantas horas de charlas... y de encontrar en ella, en su rostro angelical, la mirada cálida, su hablar pausado, su sonrisa algo tímida y su personalidad de un ser agradable y bondadoso.
Coincido con todas las apreciaciones de quienes la conocimos a través de los años que se expresan en este blog.
Como dice Lili: Angélica Garay, siempre te recordaremos.
Personalmente te digo, siempre te recordaré, y gracias por haber sido y serás Mi Gran Amiga del Alma.

Osvaldo


Lydia Raquel Pistagnesi

Reflexión

Mas allá del horizonte, donde la esperanza no existe y la memoria nos acosa,
vive un ser capaz de explicarnos porque giran los planetas y las experiencias ser repiten a lo largo de los siglos
.
Es el destino que baraja sus cartas y nos entrega siete a cada uno de nosotros.

Siete son los caminos a seguir, entonces diagramamos nuestra vida, cincelamos nuestro futuro, somos los únicos alfareros de nuestros fracasos.

Nadie nos empuja al precipicio ni nos regala la felicidad.

Caminantes de lo incierto, el sufrimiento nos purifica o nos separa de la realidad,.
.
Somos capaces de amar hasta el delirio u odiar hasta. lo inimaginable, cayendo de esa manera en el hueco de nuestra propia indiferencia.

En ese mismo instante, cuando tocamos fondo, nuestro espíritu de conservación nos impulsa a buscar una luz y regresar de ese exilio de oscuridades.

Al fin, comprendemos la importancia de entregar una caricia o de pronunciar un te quiero, a esa lágrima que se desliza desde el vértice de las sombras y se acerca a tu vida como suplicando una limosna para su soledad………………
Banfield, (Bs As) Argentina.