sábado, 20 de diciembre de 2008

Mapuche/47-Verano 2008-2009

Editorial

El ego autor

Alguien me regalo una vez un libro de poesía, que tenía esta dedicatoria:”Para que Osvaldo, viajero incansable, hoy portador de sueños y esperanzas, sepa que no debe arredrarse”, Hay imbéciles comunicando ideas, por el solo valor de perseverar”
Hoy, a treinta y ocho años de tan valioso obsequio como es un libro, el epígrafe me viene a la memoria, lo que me lleva a una reflexión y consideración al respecto.
En el mundo de la intelectualidad en sí, cada uno somos portadores de sueños, al mismo tiempo capitanes de nuestros barcos que navegan por una misma corriente, y sin darnos cuenta, llevamos entre nuestro cargamento, un potencial , espiritual y físico ego ( el querer ser yo mismo), tan común en toda nuestra existencia como seres humanos que somos y de paso por esta vida.
No deseo hacer aquí una apología de la imbecibilidad, y tampoco confundir valores altruistas y rescatables, pero si apunto hacía aquellos egos, que tienen una cierta semejanza al epígrafe del comienzo.
Pululan por portales de letras, aquellos que se autoproclaman autores, y a pesar de la mediocricidad de sus obras, dejan todos sus escrúpulos, con la intención de resurgir ante un auditorio que los aplauda o alabe, y hasta ellos mismos, quizá se dan cierta corte de sus logros, sin que nadie le solicite.
El querer ser figura repetida, sentándose en las primeras filas sin ser llamados, solo para ser vistos, es otra estrategia del ego autor; ser llamativo en eventos, en páginas virtuales donde hasta a veces, dan el último manotazo del ahogado, pidiendo auxilio para que dejen comentarios en pro de su obra con propósito de salvar su prestigio y persona.
El tan mentado ego autor, es común en estos tiempos, que sin ir más lejo podemos comprobarlo en los libros , los extensos currículum que ocupan dos solapas, también en ciertas publicaciones literarias; en nuestro caso, quienes nos presionan o bombardean con sus mail para que sí o sí publiquemos sus trabajos, sean de buena factura o mediocres – a ellos les decimos, tiempo al tiempo.
Quizá coincidamos muchos con nuestra invitada en este número la venezolana Noris Roberts al abordar este tema.
Hablamos mucho de nuestro ego (yo) en los círculos donde nos movemos, pero dejamos a un lado el sencillo valor que puede tener o no nuestras creaciones, a las que si tenemos que poner en juego ante la crítica especializada, los medios de comunicación cuando si nos solicitan elementos necesarios para una opinión coherente y definitiva.
Los egos existieron y existirán por siempre, pero llega un momento que deberíamos controlarnos sino deseamos pasar por imbéciles que solo queremos perseverar para la posteridad.
Recordemos las sabias palabras del Maestro Jesús, cuando dijo a sus seguidores: “El que se ensalza será humillado ente el mundo, el que se humilla será ensalzado ante mi Padre.-

Leyendas Argentinas

El espantoso monstruo de la laguna

Ahí nomás, muy cerquita del ángulo recto que forma las provincia de Córdoba en el límite de San Luis y La Pampa, en ese sur misterioso, hay una laguna.
Los indios la llamaron Laguna del Cuero.
Por esos pagos anduvo Lucio Mansilla y lo contó en su libro UNA EXCURSIÓN A LOS INDIOS RANQUELES, sólo que no supo entonces los por qué de este nombre tan particular.
Los mapuches aseguraban haberlo visto muchas veces a la orilla de ríos y lagunas. ¿A quién?, preguntarán ustedes, al Cuero pues, un monstruo perverso siempre dispuesto a atacar a la gente desprevenida.
El Cuero es exactamente eso, un cuero de vaca o ternero provisto de enormes uñas, como ganchos y un montón de ojos, que habita en el fondo del agua. Allá, en su elemento, permanece enrollado como un gran tronco de árbol. Vaya a saber qué cuestiones lo impulsan a salir, pero cuando lo hace se despliega silenciosamente. Bajo su apariencia quieta acechan el engaño y la muerte.
Cuando el Cuero ataca no se salva nadie; él sabe esperar el momento justo y en cuantito alguien lo pisa sin darse cuenta de su presencia en la orilla, se enrosca violentamente provocando la asfixia de su presa, que viaja –ya muerta-
a las profundidades.
Algunos cuentan que el agua hace grandes borbotones cuando el Cuero se sumerge; son las risas, dice, las horribles carcajadas de la bestia satisfecha. Sin embargo, hace mucho tiempo que nadie sabe de él, que no lo han visto. Y aunque siempre cuidadosas, por si acaso, las personas andan más tranquilas por el lugar.
Lo mató la Cirila Fuentes, afirman algunos con toda seguridad. A la Cirila el monstruo le robó una hija cuando era apenas una niña pronta a pasar a mujer. Porque ésas tenía el muy degenerado, le gustaban las niñas.
La Cirila era una moza todavía cuando sucedió esta desgracia. Lloró su pena unos cuantos días y después decidió que era mejor la venganza y dejarse de tanto lagrimear.
Una noche partió hacia la laguna bien equipada. Llevaba la MATRA heredada de su abuela –para abrigarse-, comida y agua, que no iba a beber jamás de la laguna.
Pacientemente pasó la noche protegida por la luna, que la estaba amadrinando. Y aunque la luz de la luna no ahuyenta los fríos de la madrugada, sirve para iluminar el paisaje y dejarle cada día su testimonio de plata.
La Cirila se había untado con una pomada con fuerte olor y aguardaba, Estaba segura que el olor iba a atraerlo.
El olor fue deslizándose de a poco por las aguas heladas de la laguna y llegó hasta el fondo transformado por el perfume pegajoso de los líquenes. El cebo estaba funcionando.
Apenas amaneció se levantó la Cirila de su improvisado campamento. Se había obligado a dormir, aunque los nervios la desvelaron largos ratos. Iba a ser bravo el día, iba a necesitar de toda su fuerza y valor.

Se arrimó a la orilla y aunque el agua le trajera la memoria de su hijita muerta, hizo un hueco con las manos y se lavó bien la cara y los brazos. El ungüento iba a llegar de seguro, eso lo sabía la Cirila.
Después juntó las ramas espinudas, eligió las más fuertes y formó una pila cerca de la orilla.
Los ojos negros fijos en la laguna, los labios apretados entre los dientes, siguió esperando.
La paciencia siempre ha sido un don precioso para el ranquel. La Cirila esperaba, con los ojos fijos, mordiendo un trozo de charque (carne seca) de guanaco.
Un murmullo suave agitó las aguas. Una especie de silbido vago y sordo, se confundió con el viento.
Ella sonrió con fuerza. El Cuero estaba saliendo. Por primera vez lo vio deslizarse sobre la orilla rodando despacio, para abrirse lentamente como una flor lisa y maligna, pegada al barrial.
Cirila lo miró un rato, un tiempo. Quién sabe si el malvado se dio cuenta, mientras estiraba las rugosidades. Quién sabe si supo que esa mujer no iba a ser su presa sino el oscuro final de su destino.
La Cirila sí lo supo. Armada con el atado de ramas pinchudas llegó bien cerquita de la bestia, para que se confiara. Apenitas percibió el movimiento le arrojó unas ramas, retrocedió, cargó el resto y volvió a arrojárselas.
El Cuero, herido y furioso, intentaba la huida replegándose, pero las espinas se le iban enterrando en la piel hedionda y perversa y, a medida que se iba enrollando, le perforaban las entrañas.
Cuando el Cuero llegó al agua se hundió violentamente, y esta vez no hubo borbotones ni el sonido cruel de la risa satisfecha.
Un reguero de sangre bermellón tiñó las orillas y las aguas. Entonces la Cirila empezó a aullar. Weeeee, weeee.., se llevaba el eco de su lamento.
Cuando los indios llegaron al lugar la encontraron de rodillas , rezándole a Futa Chao, su dios padre, y la laguna era un espejo rojo inmóvil.
Años le duró el color, contó una anciana, aunque después se le habría ido yendo, cuando a la Cirila se le agotaron los rencores.
Vaya a saberse si el Cuero está muerto del todo, pero al menos duerme sus terrores allá , bien en el fondo, donde el coraje de ninguna madre pueda alcanzarlo.


Leyenda leída por nuestra amiga poeta Laura Beatriz Chiesa, durante el IV Encuentro Internacional Comunitario de Escritores, realizado en Albardón - San Juan del 21 al 27 de sptiembre de 2008

Marta Lilian de Toro

buenosaires



dulces geometrías se diluyen

en las aguas imperiales repetidas.

Nadie nota las ausencias:

los duelos están prohibidos,

los aromas de colores aplastados.


Y ellos siguen...


juntan basuras de arriba

en el abajo de luz sombría,

como antes, como ahora,

sin climas diferentes

porque ayer es calor de invierno

y duele el verano frío:

es mañana.


Y ellos siguen...


caminan con ojos secos,

¿qué importa?

está de moda.

Ya no hay éxodos,

y los de antaño

se lamentan en silenciosos ruidos.

Navegar se puede,

sí, pero sentado.


Y ellos siguen...


el exilio está adentro,

gritó bajito el pibe,





mientras cada papel es


un bocado.





Capital Federal (Barrio Almagro) . Poeta . Psicoanalista.
Contacto martalilian2002@yahoo.com.ar

Libros Vehículos de Cultura

Amigos y escritores de diversos puntos del país, han emprendido una campaña solidaria, cuyo objetivo es proveer a escuelas y bibliotecas barriales, escolares y populares, libros para que personas de diferentes edades y sexo, tenga acceso al enriquecimiento y conocimiento de una buena lectura en todas sus disciplinas .
Mapuche, haciéndose eco de tan loable y quijotesco emprendimiento cultural, hace conocer a sus lectores esta información para que así todos podamos aportar nuestro granito de arena y apoyar de esta manera la misión de nuestros amigos .
El poeta y escritor bahiense Horacio Goslino, nos hace llegar esta propuesta:

La Brigada de Socorrismo Bibliográfico, es un un proyecto de ayuda a bibliotecas que llevamos a cabo en la ciudad de Bahía Blanca
El Proyecto se inició en el año 2004 en el marco del Programa Adolescentes del Ministerio de Desarrollo Humano de la Pcia. de Buenos Aires y ya se ha convertido en una Asociación Civil sin fines de lucro.
Un grupo de jóvenes egresados de nivel medio, en situación socio-económica desfavorable, iniciaron estudios superiores (algunos ya los han finalizado o se encuentran muy avanzados) a través de una pequeña beca, ), luego fueron sumándose nuevos integrantes. Y como contraprestación realizamos un trabajo de apoyo a Bibliotecas escolares o barriales, fundamentalmente periféricas
Realizamos múltiples tareas en la bibliotecas a las que nos acercamos ( ayuda básica para funcionamiento general, apoyo escolar, encuadernación y reciclado de libros, servicio de Internet y Fotocopiado, anillado, proyección de películas, apoyatura de sonido y videoproyección en eventos culturales, talleres, de narración , de escritura, jornadas de lectura y todo lo que tenga que ver con la promoción de la lectura y acercamiento al libro, en sitios donde se cuenta con escaso material o personal . Una actividad que juzgamos muy importante dentro de nuestro Proyecto, consiste en una pequeña Biblioteca Itinerante con material actualizado y de interés, para fomentar la lectura y el acercamiento al libro por parte de los jóvenes, y/o adultos, tal como señalara anteriormente. Dicha biblioteca conformada con compras y donaciones permanece durante un tiempo en el lugar acordado y luego se traslada a otra institución escolar o pública, fundamentalmente en la periferia, donde no se cuenta con posibilidades de este tipo, con recitales, charlas, lectura de cuentos, proyección de películas, etc.
Reitero que lo valorable de esta tarea es su realización por parte de jóvenes cuya situación socio-económica no es favorable y a pesar de ello han logrado un significativo grado de superación a través del estudio y un gran sentido de la solidaridad y la responsabilidad a través del trabajo comunitario que realizamos, al tiempo que se van formando en conducción y dirigenciamiento.

Dos lemas guían nuestro proyecto:
* No estoy seguro de que la educación pueda salvarnos, pero sí estoy seguro de que no existe nada mejor.
* Preferimos la promoción al asistencialismo porque las personas no necesitan limosnas, necesitan oportunidades.

A todo esto sumamos un proyecto, que sabemos que es de largo aliento y que consiste en la conformación de una biblioteca de autores argentinos contemporáneos, independientes, es decir, que están al margen de la gran promoción editorial, con publicaciones personales, o de entidades oficiales.
Partiendo de mi condición de escritor, contando con abundante material recogido en más de 25 años de viajes, encuentros, y otros eventos similares, más el aporte de los amigos de distintas partes del país, estamos conformando dicha biblioteca que clasificaremos por ciudad, provincia o región, y convertiremos en itinerante para acercar a distintos eventos culturales (Ferias de Libros, Encuentros, Congresos o similares), como forma de difusión de los autores y del valioso material que no suele conseguirse comúnmente en librerías.
Todos los datos, tanto sobre obras como sobre autores, serán volcados a una página web o blog, como se dice ahora (en estos momentos en formación) para su difusión.

Sabemos que es una tarea de hormiga, pero las respuestas desde los más diversos puntos del país, son muy alentadoras.
También sabemos que el proyecto sólo será posible con la colaboración de amigos, escritores, instituciones, editoriales y gente relacionada con el tema.
Un mail similar a este está recorriendo el país y es así como hasta este momento cón solo unos pocos meses de acopio, tenemos casi todas las provincias representadas, además de Capital Federal.
Por ello, pensando en losa innumerables contactos que debes tener, a través de tu tarea literaria, pedimos tu colaboración , la de tus allegados, conocidos y escritores en general. Sólo pedimos a quienes deseen participar del emprendimiento un ejemplar o a lo sumo dos, de sus obras. La forma de envío que más resultado ha dado hasta ahora, es que alguien junte el material y nos haga llegar una caja por el medio que estime más cómodo y económico.

A la espera de tu respuesta, te pido que difundas este proyecto y puedas colaborar con el mismo. Quedo a su disposición para cualquier aclaración al respecto.
Saludo muy atentamente

Prof. Horacio H. Goslino
Coordinador Brigada Socorrismo Bibliográfico
Maldonado 721 CP 8000 B.Blanca
TEL 0291 4511926 0291 154228086 / 154420857


Por otro lado, la licenciada jujeña María Elena Fernández está llevando a cabo otro proyecto del cual está dando buenos frutos, que es de colmar de libros los anaqueles de bibliotecas de centros educativos ,ubicados en plena puna de la provincia de Jujuy y donde acuden niños , adolescentes y adultos excluidos del sistema y que se esfuerzan día a día para complementar sus estudios.
Nos cuenta la licenciada Fernández , que este emprendimiento desde su inicio, es apadrinado por escritores de Berisso y La Plata, encabezado por el querido amigo, el poeta Carlos Cazzorla.
Quienes desee aportar material, el cual será agradecido con el corazón de un verdadero ser humano, pueden enviar a nuestra revista.
Suipacha 246 - 6270 - Huinca Renancó (Córdoba) Argentina. o comunicarse al cel.:0299 154541492

Adriana Khoury

Soledades


Siluetas difusas.
Figuras oscuras.
Las calles desiertas.
Las luces opacas.
La lluvia y el frío:
Paisaje empañado
De agua y viento.
Paisaje de lodo,
Paisaje de piedras…
Paisaje plomizo.

¡Que un rayo amarillo
Lastime las nubes!
Espesas y grises.
Caliente los cuerpos,
Cansados y viejos,
Y almas heladas
Ansiosas de sol.
Los hombres borrosos
Murmuran su angustia,
Contagian tristeza
Derraman dolor…
Esperan la luz.


Huinca Renancó (Córdoba) Argentina. Poeta, narradora. Profesora de Literatura
Contacto: apkhoury@huincacoop.com.ar




Juan Carlos Moisés


Cansado de escribir sobre pájaros

Cansado de escribir sobre pájaros
de verlos escucharlos cada mañana
de leer sobre pájaros
suaves y rápidos cansado
cansado de esa imagen repetida
acabé con todos
los pájaros del vecindario
después acabé con los pájaros de los poemas
después con los poemas
y por último soñé
soñé que yo era un gran pájaro

y no me animé
bajé el cañón del revólver.

Nació en Sarmiento, provincia de Chubut, en 1954.Publicó en poesía: poemas encontrados en un huevo (La cachimba, 1977) y Ese otro buen poema (El lagrimal trifurca, 1983)

(De: Nueva Poesía Argentina, de Leopoldo Castilla ( Editorial Hiperión )

Noris Roberts

El ego, la poesía, los medios

Que es la poesía?
la sistematización de las ideas?
La génesis del hombre?
La sabiduría que se proyecta en la lingüística?
En honor a la verdad…
Todo depende del lector que lo arrastre o lo libere en la luz o en la sombra
porque los pueblos hablan por sí solos, sin distinción de rezo, credo, condición social.
A mi humilde entender, es la voz, la idiosincrasia genuina de cada lugar
reflejada en la personalidad del escritor, su gestación, su existir,
desatando la vida en su exclamación donde esboza las palabras sin limites,
pero con mucha devoción en su voz .
La poesía, es todo lo que ves, lo que tocas, lo que creas, el mismo habitad fue esculpido por un Ser superior, con el gens de lo irrepetible, sin los lineamientos de los “entendidos” de la semántica lingüística, con una voz natural, etérea perceptible a la vista de todos, sobre la absolución de lo errores.
Fue creada sin los ojos de aquellos que etiquetan el léxico reflejado en un texto.
Sin la biopsia que algunos pretenden hacer de ello mirando por encima de sus hombros la esperanza de aquel cuyo sueño diario es su entrega a las letras,
donde se les excluye en un mundo de orfandad dejando que el mar arrastre las huellas de su largo trajinar simple y llanamente por no pertenecer a determinada tendencia política.
Escribir es algo que hurga dentro de las vertientes pasionales, el vacío, los
recuerdos, las vivencias, los errores mismos que la vida nos impone,
lamentablemente los grandes escritores, editoriales, necesitan
ver reconocimientos para suministrar espacio a los nuevos hacedores de las palabras, para interesarse por los nuevos brotes de
poetas que abundan en las calle, en las esquina, en algún lugar que ocupa
nuestro mundo literario, con su bagaje étnico, con su filosofía, con los infinitos tonos de los escritores autodidactas, su espontaneidad y estética, la pureza de los valores donde transitan en las luces de sus cánticos, de sus preludios, dibujando la esencia con los malabares de su desarrollo como tal y no encasillarlo tras un cerco, o en periódicos de algún preescolar, porque no participan en las corrientes que otros pretenden imponer menospreciando sus obras, su arte, que como único sueño asume con ansiedad.
No se debe exaltar solo una parcialidad, ni subestima aquel que con sus primeros pasos esboza su creación aún siendo un precoz escritor, pues por ende el hombre mismo es inspiración.
Del mismo modo repetitivo el ego de aquellos privilegiados que dicen pertenecer a tal o cual academia de las de las letras, pues su YO es tal, que no dejan plaza para aquellos jóvenes que vienen detrás, que germinan con óptimos frutos entregándose a la verdadera y profunda magia de la poesía
Aquellos que proceden de la tierra, de su anécdota cotidianas, curtido por las enseñanzas de la vida, de tantas noches de insomnio en la búsqueda de un cultivo intelecto y no permanecer eternamente en las vertientes perdidas de la tierra, en los cosmos que no logran alcanzar
Aquellos que se han nutrido de la raíz de sus hallazgos alcanzando una expresión artística inigualable y cuya técnica además de
enriquecer a quien lo lee, dan mucho mas que aquellos que tan sólo se
preocupan por su SER permanentemente para hacerse
mencionar en homenajes, galardones etc.
Debo entender por esto, que lo que realmente interesa son los títulos, nombramientos, aunque estos vayan acompañado por el servilismo y no por el talento y la calidad
El tiempo genera cambios, surgen nuevas voces con sus interpretaciones, con sus relaciones existentes, con su concepciones de rasgos diferente por una identidad cultural haciendo cada uno un estilo propio y peculiar del imaginativo poético
¿Adónde va la poesía?
¿La palabra sensitiva?
Creo que se cierne constantemente sobre ella el materialismo impío,
Los grandes trofeos.
Los inverosímiles reconocimientos.
Adónde quedan los poetas que transitan en este mundo donde todo tiene un
precio, bien vale recordar aquella frase:
“ Aunque brille por oro lo que es cobre”
Las épocas han cambiado, mas allá del esfuerzo propio,
creo que merece mas atención la generación del relevo,
conocer las interioridades del hombre poeta, con su manera coloquial, con su modo de pensar, tristezas, inquietudes, alegrías, sentimientos, puesto que la sensibilidad del hombre perdurará a través de las edades y el tiempo.

Caracas (Venezuela) . Poeta
Contacto:
norisroberts@me.com


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El material publicado en este número, es responsabilidad de sus autores.
Permitida su reproducción citando la fuente.
Publicación independiente de literatura, editada en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba) Argentina.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Mapuche/46 - Primavera - 2008

Poldy Bird

La Jirafa de azúcar


Para mi tía Sarita
Bueno, tu familia también tiene su historia, ¿eh mamá?
Por ejemplo, tu tía Sarita... ¿Cuántos años vivió metida en la cama, sin salir a la calle?
Oído así parece grave...
No sé cuántos años... muchos. Desde que yo tenía siete, hasta que se murió.
Y aunque parezca mentira, nunca me pareció “encerrada” en la casa. Veo a un montón de personas encerradas en prisio­nes verdaderas mientras caminan por las calles, engañan o son engañadas, fuman rabiosas en mesas de bares, llevan la soledad y el odio pintados en los ojos.
Jamás se conmovieron por sencillas his­torias de amor teatralizadas por la radio. No sueñan. No creen. No hablan más que de “pertenencias materiales”, su status es una etiqueta de marca cosida en el trasero del jean, o bordada en el bolsillo de la camisa...
A ella nunca le importaron esas cosas.
-Pero se lavaba las manos con alcohol.
-¿Y qué? Se lavaba las manos con alco­hol, pero no las usaba para contar dinero de coimas v negociados. Sus manos “sin micro­bios” no golpearon a nadie.
-Tampoco acariciaron.
-Ella no usaba las manos para acari­ciar, pero me acariciaba con cientos de cosas que son caricias para una niñita... ¿Con qué te acarician tus normales y sanas tías?
¿Cuál de ellas le puso a tu alma un par de alas de mariposa para que volara con la músi­ca de Brahms y Wagner? ¿Te hablaron de las copas de cristal rotas por una aguda nota de la garganta de María Barrientos? ¿Te hicieron entornar los párpados mientras pasaban un disco de Enrico Caruso por la radio? ¿Te contaron, como si fueran cuentos las histo­rias inolvidables de las óperas, mientras las transmitían desde el teatro Colón? ¿Te explicaron los colores de la selva de Tarzán?
Sentadita a los pies de su cama, yo me maravillaba con el tamaño que cobraban las mosquitas cuando ella las veía, ¡ocupaban una habitación cada una!
Con mi tía Sarita podía hablar de cual­quier cosa: de mi mamá muerta, de los fan­tasmas que te tiran de los pies y te despier­tan, de la mala de Isabel que me pegó un caramelo en el pelo durante el recreo de las diez.
Ella creía lo que yo decía y yo le leía mis versos y no me avergonzaba de llorar teatralmente para impresionarla.
En un mundo en el que todos estaban apurados, ella tuvo tiempo para la niña que le ponía demasiada manteca a los scons.
Para ella fui preciosa, inteligente, sensible, creativa.
Cuando aún no estaba en cama, cuando, todavía iba al centro en tren, me compraba a malitos de azúcar: unas confituras preciosas coloreadas que me comía de a poquito, así duraban más.
La que me gustaba era la jirafa, a la jirafa le dibujaba pestañas...
Ella, mi tía Sarita, me enseñó lo que es la confianza.
Jamás se le ocurrió imaginar que su espo­so Pascual, que vivía con su hermano François (Fransuá, el francés que regresó vivo de la segunda guerra, a la que fue a com­batir voluntariamente) hubiese podido siquiera “mirar” a otra mujer; aunque con ella no convivía desde que la “neurosis obse­siva” la confinó a una cama.
Todos los jueves y domingos, durante los años que vivió, Pascual la visitaba, con su bandeja de masas para el té, su voz alegre y alta, sus entusiastas “¡Bravo, bravo!” cuando algo le parecía interesante. Jamás faltó. Jamás se quejó.
Y a ella le brillaban los ojos claros al oír el timbre de las cinco menos diez cada jueves, cada domingo.
Él, mi tío Pascual, me enseñó lo que es el respeto...
Como verás, mi familia también tiene su historia.
De la más dramática, aprendí a amar a Chopin y Paganini, a Verdi y Beniamino Gigli, a llorar por la Traviata y Madame Butterfly, a aplaudir sin ruido los pasajes armoniosos de Sílfides, de Pedro y el lobo, a cerrar los ojos para “mirar” las historias de la radio...
Viajé más kilómetros sentada a los pies de la cama de mí tía Sarita, a los ocho y nueve años, a los diez años... que los que recorrí después, durante el resto de mí vida...
Imaginate...
Una jirafa de azúcar...
Escritora nacida en Paraná, Entre Ríos en 1941. Vive en Buenos Aires.

Luis Franco

Canción de los niños con hambre

a González Pacheco
¿Que aún se ignore que el hambre es
peor que todos los inviernos?
Se me saltan los ojos
y los pulsos, ebrios.
Mi rebelión aúlla oscura
más que en la nieve lobo hambriento.
Cantaré como los piratas
pulsando con el viento
y el alma desterrada
el cordaje velero.
Que ignoréis lo demás, no importa:
hay niños con hambre, sabedlo.
Niños que lloran
con llanto de hombre, oh cielos.
Para que ocurra,
sabedlo,
que el sanhedrín de mercaderes
que regentea el mundo entero,
y los que guardan sus espaldas,
esté contento, estén contentos…
(por la hidrografía,
ay, del llanto ajeno,
navega la flota
de los monederos)
el mundo, el mundo se contempla,
ved, de sí mismo prisionero,
de su propia dureza, digo,
igual que un río de sus hielos.
Y tiene que haber y hayle,
es cierto,
río de hormigas, cordilleras
de falsía y desprecio
(palomas empollando
huevos de víbora estoy viendo)
y tan profunda erudición
de desencanto y sufrimiento,
y tantos rincones del alma
con telarañas y murciélagos,
y Jobes vestidos de lepra
sin más báculo que el lamento,
y golpes de tos o de sangre
en que alienta todo el infierno
como en ola de tempestad
todo el océano.
¿Infierno? No,
que no hay infierno:
hay corazones congelados.
Eso es todo, sabedlo.
Gentes que hablan con palabras
más encendidas que los besos
justamente cuando se miran
con ojos de témpano.
Oh, todo eso,
en tanto discuten el mundo
diplomáticos y barberos,
y las ganancias de los rábulas
como tumores van creciendo,
y doquier hay niños con hambre,
o muertos de hambre ya, creedlo,
y hay que los ángeles del hombre
(los tiene el hombre aún, no miento)
tapan sus ojos con sus alas
para no ver, para no verlos.
¿Para qué el mundo, entonces?
¿Y para qué los parlamentos
o los motores o los héroes
o el verso?
¡Y no preguntes para qué
siglos de rezos!
Si a alguien colgara yo mi pena
le quebraría el cuello.
Mordiendo los sollozos
madrugaré a chiflar al viento,
el que hurta los robles podridos,
el que cabalga los incendios.
Porque he aquí
que yo traigo un secreto:
el alma nocturna del hombre
va amaneciendo.
Y un día van a jubilarse
al fin los monederos,
y ese día comerán todos,
aun los más trágicos hambrientos
de hambre de pan o de espíritu.
Y tan sólo por ello,
el mundo corcovado
de fraudes y de inviernos
va a renacer un día:
ya renacer lo veo
temblando en la luz cual patito
recién egresado del huevo,
y ya un ritmo de cuna
oh cielos,
y una canción de cuna
al mundo van naciendo
y aletea, aplaudiendo, el ángel
que el hombre aullante lleva adentro.


(de : PAN (1947)


Nació en Belén, Catamarca, el 15 de noviembre de 1898.Murió el 1 de junio de 1988, próximo a cumplir sus 90 años en un asilo de ancianos de Ciudadela (Buenos Aires), donde transcurrió los últimos años, sobrellevando la soledad y la pobreza.

María Alicia Gómez de Balbuena

El Vuelo

A una incondicionada amiga
con especial cariño


El despertar de trinos en el patio interno, le anunció el comienzo de un nuevo día. Ella desperezó sus pensamientos y valoró el instante …
¡Era una concesión más! Otra oportunidad acaso, para que su agotado espíritu recorriera jardines de sueños, intentando retener la vida de quien descansaba en el lecho contiguo, vida que se le iba de las manos como una flor efímera, que se agota perfumando la partida ...
El creciente resplandor de la mañana reverdeció los pinos. En lo alto, como una fruta madura, y casi confundida con los colores del árbol, una cigarra hacía escuchar su canto sonoro, celebrando la vida con su breve y reiterada estridencia.
Todo predisponía a la ensoñación, pero ¿renovaría junto con sus sueños los momentos de dolor que hace dieciocho días concitaban su atención? ¿Sería acaso aquél el instante supremo ¿
Casi sin darse cuenta, la magia del momento, fue retrocando la realidad de esas horas marchitas en un ayer de felicidad compartida.
Comenzó a verla joven, animosa, vital. La pensó decidida, laboriosa, enérgica en sus caprichos. Ser vió a sí misma niña guiada por sus manos y creciendo entre tules, como una joya preciada. Volvió a aspirar el perfume del regazo materno desde la posesión de aquellos días, y en la espiral de su vocación volvió a sentirse joven, esposa soñadora, ¡madre por primera vez! … En la intensidad de ese instante abarcó los renovados ciclos de su vida, ese sendero misterioso que ahora desembocaba en la lenta planicie de esta espera.
Al encaminar sus pasos hacia el lecho de su madre, sintió que la caricia de su ternura envolvía el momento hasta hacerlo bendito. Se sintió cobijada una vez más.
En la azul transparencia de sus inevitables lágrimas se instaló para siempre aquella imagen. Sintió la maternal espera. La vió esperanzada y también niña. Y supo –secreta y definitivamente supo – que hoy era ella quien debía sostenerla entre los tules de sus propias manos.
Los trinos se hicieron más intensos. Entre refrescantes
gotas de rocío, la plenitud del día avanzaba sobre sus nostalgias. Como avanzaba el tiempo que se iba …

(del libro "CUENTOS PARA DESPERTAR - 2007)

Goya (Corrientes) Argentina

Contacto: maligobal@hotmail.com


Alfredo Lemon

La mujer del violín

Aquél violín que compré en una subasta en el 2000,
te acompañó mientras estudiabas en Francia
hasta tu primer concierto en Berlín, en el 2005.

Ahora está allí, en su estuche marrón impecable
reclinado en un sofá en el centro del living, en tu casa.

Hubo mucha pasión, lo sé.
Despedirte fue tan triste que cuando lloraba,
agradecía las lágrimas porque me hacían sentir vivo.

Hubo mucha pasión, lo sé.
El erotismo de una pelirroja nunca se olvida.
Todavía atesoro ritos sutiles, sabores singulares.

Vagabundos, fuimos gastamos los años zigzagueando:
acierto-error, acierto-error.

Hoy mi espíritu y tu violín laten al ritmo de un mundo sordo,
donde la locura se ríe a carcajadas de la verdad.



Córdoba (Argentina).
Contacto: alfredo_lemon@yahoo.com.ar

Raquel Piñeiro Mongiello

Horas de arena

Un cielo ha venido
a saldar su desagrado,
habla de vecinas y vecinos,
también de un reloj
que ya no marca sus horas.
Dice las agujas están ausentes
y el él, no puede seguir así,
también tiene quejas
de tantos silencios de su memoria,
hoy, ausente con aviso,
y hasta pregunta si alguien piensa igual.

Ahora, él, dormido sueña,
con horas de arena.


(del libro: HORAS DE ARENA - 2008)

Rosario, radicada en Funes (Santa Fé). Argentina
Contacto: raquelmongiello@hotmail.com

martes, 16 de septiembre de 2008


Difunda MAPUCHE, entre conocidos, instituciones culturales, medios de difusión tanto de nuestro país y el mundo.
El material publicado en este número, es responsabilidad de sus autores.
Permitida su reproducción citando la fuente.
Publicación independiente de literatura, editada en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba) Argentina

jueves, 19 de junio de 2008

Nº 45 - Invierno de 2008

La Conjunción del sol,el vino y la poesía (III)


Con la inclusión de la leyenda de la India Mariana, historia que da nombre a la conocida localidad y además departamento de Pocitos en la provincia de San Juan, que fuera sede del III Encuentro Intercomunitario de Escritores y la publicación de algunos de los particicipantes, concluimos aqui, este proyecto de promover a través de nuestra revista, los diferentes eventos literarios que año tras año se realizan en nuestro país, divulgando el material que rescatamos de los autores y al mismo tiempo participantes de diferentes lugares de Argentina y el extranjero.
Como lo hemos venido haciendo en los últimos dos números anteriores, este III encuentro realizado en Pocitos durante el mes de setiembre del año pasado, tuvo como protagonistas entre los 52 poetas y escritores convocados a:
-Rosa Arias Naranjo
-Alejandro Ramón
-Valeria Zurano

y porqué no publicar un trabajo bien merecido de nuestra anfitriona: María Esther Robledo, coordinara y alma mater de estos cálidos encuentros en esa tierra del buen sol y buen vino, que este año y otro, quizá nos convoque en otro punto diferente de San Juan, y esa esperanza de reencontrar con quienes compartimos una semana de fraternidad literaria, con nuevos bríos y rostros nuevos siempre portando la quijoteada de difundir literatura

Rosa Arias Naranjo

Fuga

Hay palabras en fuga
en las esquirlas de la tarde

Son fantasmas que la noche
arroja al exilio
sin otra ceremonia

Entonces,
las voces del poema
abrevan su sed
en la resistencia
y la nostalgia

(de "Palabras en fuga")


Loma Bola - Córdoba - Argentina
Contacto: rosariasgoyco@hotmail.com

Leyendas Argentinas

La Leyenda de la india Mariana

Mariana era una hermosa india que de vez en cuando aparecía por el pueblo. Nadie sabía con certeza adonde vivía, no hablaba con nadie, simplemente llegaba al poblado y vendía las pepitas de oro que traía en su bolsa. Luego se marchaba silenciosa.Esta actitud despertaba recelo en los pobladores y creó misterio en torno a ella. Algunas mujeres afirmaban haberla visto hablando con los animales. Otros, que quienes la seguían para conocer el escondite del oro, no regresaban o lo hacían en estado de locura.Cuando alguien le preguntaba de donde provenían las pepitas, Mariana, alejándose, respondía: “de un pocito”, ahicito nomás...Se dice que ella siempre descansaba a la sombra de un viejo algarrobo y se alimentaba de frutos silvestres. Una noche, unos malhechores intentaron sorprenderla pero sólo encontraron un “pila” (*) enorme cuya boca eran brasas de cigarro y que, erguido ante la luz de las antorchas, hizo huir espantados a los intrusos. Ellos mismos contaron que mientras corrían, una risita burlona salía del algarrobo. Se dice también que esa noche un violento temblor sacudió la región. Nadie volvió a ver a Mariana. Muchos la buscaron y también al pocito del que tanto se hablaba.
El departamento de Pocito (San Juan) tiene su origen en esta leyenda.

Santiago Kovadloff

Anteojos

Es imposible limpiar a fondo estos cristales.
Hay una capa última de bruma que no cede.
Es un mínimo barniz,
una delgada cortina de niebla
que al trasluz se percibe claramente:
detenida en los cristales,
infunde a cada cosa que contemplo
una aura de reserva, un cerco de silencio,
una distancia indeclinable que resiste
la embestida del jabón, del agua, del aliento
y se ríe de la sed de la mirada.


de: Nueva Poesía Argentina, de Leopoldo Castilla
(Editorial Hiparión )


Buenos Aires . Argentina

Alejandro J. Ramón

El Ahijado

Era bajo y de piernas corva. En su cara más bien chica, cuadrada, lampiña y con picaduras de viruela, había dos ojos redondos atisbando bajo la vincha. Su único atuendo estaba compuesto por un poncho, chiripá, boleadoras atadas a la cintura y botas de potro.
Nunca supe si alguna vez dormía. Sus ojos relampagueantes y sus buidos sentidos lo mantenían en permanente alerta. Podía percibir lo que ocurriese en la Pampa, sin torcer siquiera la cabeza.
Desgranaba sus horas sacando tientos finos a cuchillo, de una lonja de cuero que ataba al horcón del alero, con los que trenzaba riendas, lazos y boleadoras, enclaustrado en una silenciosa lejanía. Comprendía la Castilla, pero jamás saltaba el cerco de su terca mudez.
Así era ese indio, que ni nombre tenía. Lo conocí en Fontezuelas, donde el tío Abdón era maestro de posta, cuando corría 1865. Por entonces yo cursaba estudios en Córdoba y él se ocupaba de atender los animales.
Sus caballos recibían mayores cuidados que una mujer. Tenían el pelo brillante, las clinas largas y ni una matadura. No cargaba talero ni espuelas, en pelo nomás y la mayoría de las veces sin enfrenar los montaba, gobernándolos a talón y rodilla, sin siquiera un cuerito sobre el lomo. Cada atardecer los llevaba al campo, bien lejos de las casas y allí les daba algarrobas amargas y los adiestraba en las pruebas más exigentes. Podían pasar horas parados o echados inmóviles, o correr boliados en el guadal, o aguantar largas marchas sin parar o la sed por días.
Me cautivó el ánimo con la hidalguía de su figura, su sobriedad y sus habilidades de soguero y amansador, en las que parecía haberse refugiado. Lo rondaba de lejos, resignado a no poder cruzar palabra con él. Le espiaba los gestos, el andar felino y el rumor de felpa de sus pies.
Un atardecer en que el cielo rosado temblaba sobre el desierto, soltó el trenzado como corrido por un gualichu, le bolió la pata al lobuno y se perdió entre los cardos, que para entonces doblegaban sus cabezas entre hojas arrugadas y tallos ennegrecidos, esperando que un pampero los tumbase.
Enfrené mi caballo, lo cinché con un pellón al lomo y seguí su rastro hasta que lo perdí. Entonces me paré en las ancas para otear, pero ni sombra del infiel había quedado. Anduve sin atinar hasta que apareció el lucero. Después de galopar más de tres horas hacia el poniente, lo había perdido en mi desquiciado avance.
Sin agua, rodeado de pajonales altos y espartillo, en medio de la oscuridad, con la lengua charquiada, un temor ladino comenzó a roerme el juicio. Eché pié a tierra y tendí el oído pero nada pude colegir, como no fuese el chistido de un búho que, con ojos amarillos de verdugo, me miraba sorprendido desde un tala.
Dormitaba cuando sentí que me tapaban la boca y me afianzaban la mano del facón. Abrí los ojos sobresaltado y lo reconocí.
––Sosiegue –dijo en voz sofocada.
Después me pidió ocultación con ademán recortado y ahí nomás arqueó el espaldar y serpeando sigiloso, se perdió en el fondo de la noche. ¡Había hablado!
Tieso me quedé, como pata de muerto, oyéndome los latidos, hasta que el alborear resucitó la belleza de la Pampa, abandonada al albur de la Naturaleza.
Menos trágico fue mi regreso. El indio no apareció por la posta en varios días, hasta que una mañana vi su melena larga, lacia y opaca moverse por el corral. Me le acerqué pero él se mantuvo envuelto en su sagaz silencio. Cuando hubo de completar el encierro, calentó agua, me ofreció un mate y una cabeza de caballo para que me sentara, sin pronunciar palabra.
Trascurrieron dos semanas cuando unos conocidos me convidaron a acompañarlos hasta Río Cuarto. Nunca había salido de la posta más que en los viajes desde Córdoba y con la ilusión de dormir a la intemperie, sobre el recado, en plena libertad, acepté entusiasmado.
Galopábamos por territorio de bandidos e indios alzados, siempre con un par de pistolas al cinto, desde antes del amanecer hasta dos horas después de caer la noche. Me apeaba entumido, apenas si podía tenerme en pié, ni siquiera hablar, tanto era el cansancio.
Ya en destino, en la matera del fortín, un soldado de leva me contó la historia de doña Amancia Ruda, recién escapada de los toldos.
––Se la robó Baigorrita durante un malón hace más de diez años ­–dijo. –Degollaron a los padres y al marido, y lancearon a los tres hijitos. El indio, al verla blanca y joven, la atravesó en la cruz del caballo y así la mantuvo tres días, galopando sin parar, hasta llegar a las salinas. En todo el tiempo que estuvo cautiva, dicen que no pronunció palabra. Mujer tozuda si las hay, intentó varios lances de fuga. La última vez le cuerearon a cuchillo la planta de los pies. Se salvó gracias a un ahijado del cacique Pichun, de nombre Mariano. Fue quien cuidó de sus heridas con sebo de potro y yuyos secretos. Él pensó que debía ser quien heredase el cacicazgo, pero el viejo optó al fin por Baigorrita. Un buen día, después de una entrada que le hicieron a Pergamino, de la que salieron con 25.000 cabezas de vacunos por delante, el tal Mariano desertó. Según se dice, quedó aquerenciado en Fontezuelas, dolido por la traición de su padrino.
Al escuchar la historia, me di un galope hasta la estancia de sus finados padres, donde doña Amancia, que recién se anotició de la matanza al regreso, vivía casi en reclusión.
La mujer, rodeada de muebles orgullosos que hablaban de una opulencia desvanecida, era de unos cuarenta años, grave y suave en el decir, esbelta y de antigua lindura. Aunque la pátina del sufrimiento la había desvaído, conservaba una expresión altiva. El celeste profundo de los ojos le daba fiereza a su mirada, tenía la piel curtida y los cabellos rubios hechos rodete, que llevaba ensartado con dos topos de plata. Me le presenté diciendo que conocía al indio que la había salvado y le conté la historia que corría en el fortín.
––Estoy aquí gracias a él. Ese indio no daba paso sin sentido y como era hombre de posibles aprendió a leer con Manuel Baigorria, un Coronel que vivió en los toldos muchos años, que maloneó y hasta llegó a cacique, y apadrinó a Baigorrita poniéndole su mismo nombre. Debo decirle aquí, que era hijo de Pichun, por eso llegó a cacique, y por ser bravo y fuerte, el mejor. Mariano era sólo ahijado, pero fue quien curó las heridas de mis pies, eso usted ya lo sabe. Cuando apenas podía arrastrarme me llevó a hombros, cada día, hasta el agua dulce. De él aprendí a orientarme en el desierto y a buscar aguadas. Dijo que era mejor escapar separados. Prometió velar por mí y cumplió nomás. Apareció cuando ya tenía encima el retumbo de la indiada que venía sobre mi rastro. Me metió al pajonal y allí quedamos los dos tumbados como difuntos, con los caballos echados, quietitos. Un día estuvimos sin gota de agua, aguantando los rebencazos del viento. Me trajo hasta aquí sin dormir, venteando como tigre perseguido. Conoce la música exacta de los astros, del vuelo de las aves, de los pastos y Dios sabrá de cuantas cosas más. Le ofrecí quedarse pero no consintió, en la creencia que cualquier día Baigorrita viene a carnearlo y es preferible que sea donde yo no esté.
––¿Cómo habrá maliciado de su apuro, señora, a tantas leguas?
––Ese indio sabe, sabe todo lo que pasa en el desierto. No sé cómo se entera, pero se entera.
La mujer hablaba… con cierta melancolía, se sentía la presencia de la ausencia.
––Por allá nadie descifra si tiene dientes, como no abre la boca más que para comer y eso lo hace sólo. Nadie le ha escuchado hablar, ni reír, ni llorar, nada, ni bosteza.
––Yo conozco ese mal, es el silencio de la desesperación –dijo y quedó pensativa, con una sombra cruzándole la mirada.
Cuando llegamos a Fontezuelas, Mariano estaba terminando de encerrar la caballada para la galera, que ya se anunciaba con el ronquido del cuerno. Recogió el lazo con la vista puesta en la vaguedad del horizonte y enfiló hacia donde tenía una mulita al rescoldo. Cuando me le acerqué, cortó y me convidó.
––En Río Cuarto hay una mujer que te conoce porque le has salvado la vida dos veces. Dice que anda necesitándote –le dije.
––Sosiegue –contestó en voz muy baja y sin levantar la vista del suelo.
Después siguió un largo silencio que yo usé para semblantearlo. Mariano se mantuvo seco y quieto, aunque las bolillas de los ojos parecían quererse escapar del encierro.
––Me tendrías que enseñar a galopar prendido de las clinas, o colgado de la panza.
Al indio se lo veía receloso, barruntaba traición.
––Yo podría enseñarte a cambio algunas otras cosas. Por lo que he escuchado, si pensás en quedarte por aquí, tendrás que ser baquiano con las pistolas y el fusil, podrías defenderte mejor y si cuadra, defender a quien quieras.
Por primera vez me miró de frente. Esos ojos con siglos de sufrimiento y bizarría, habían perdido salvajismo, parpadeaba lento sosteniendo la vista sin esquivar, como buscando un vislumbre de sinceridad.
Yo sabía que le saltaban los espectros, los indios fueron siempre mentidos. El blanco los ha engañado, los ha engañado siempre, sus palabras fueron puras brillazones, después los ha dejado en la estacada, los ha matado por la espalda sin respetar viejos, ni mujeres, ni cría y se ha quedado con los pastos, con los animales cimarrones, con las aguadas, con todo.
En eso pensaba, podía leer su mente, pero le había hecho germinar la duda. Le estaba ofreciendo poder a cambio de casi nada, no era una ración lo que le ofrecía, era el ser capaz de dominar la distancia y el tiempo. La bala supera en alcance a boleadoras y lanzas, y da una seguridad que podría acortar el reencuentro.
––Ah, y me tenés que enseñar a amansar de abajo, sin garrotear, a entenderlos cuando hablan con las orejas y esas cosas.
Mariano colgó el lazo en un hueso que tenía clavado en la pared del rancho y volvió a salir. Uno de sus caballos se le acercó sin que haya mediado gesto o sonido de parte de él. Me echó una mirada de reojo y dijo
––Mañana, potro. –Después lo subió de un salto y se alejó haciendo ondular el poncho en la brisa, perdiéndose bajo el cielo apenas estriado por tenues nubes amarillentas.
––¿Conseguiste hacer hablar al indio? –Me preguntó el tío Abdón mientras mateábamos, cuando el alba todavía titubeaba.
––Y… nos vamos entendiendo –le contesté –Quería avisarle, tío, que hoy voy a tirar unos tiros al campo.

Mar del Plata. Argentina

Contacto: alejandro.ramon@gmail.com


María Esther Robledo

¿Quién ...?

Voy a contarte en secreto quien soy yo
Pablo Neruda

Bruja quizás,
Sueños
Con engarce de pasado
Y futuro
Hacer
Desde la palabra,
Sumando manos.
Un azul en sus gamas
amarillo por adopción.
Enamorada
del silbido del viento,
la lluvia
el trueno,
de los amaneceres,
de aquel ocaso,
del naranjo del otoño,
de las alamedas del callejón,
del silencio de la noche,
de los búhos,
de las gaviotas que no conozco,
de la cadencia del sauce,
del eucalipto australiano,
de las amapolas de mi jardín,
delos cactus de mis montañas.
Enamorada si,
del bullicio del agua entre las piedras,
de las piedras,
de las vasijas de arcilla,
de los genios orientales,
del hechizo de tus ojos,
ojos,
que almacenaron pasos.
Pasos y ojos
junto al latir de la vida.
En la lucha del ser.
Si, pasos,
en ese buscar
tu rostro,
tu nombre,
me perdí en mi;
no estaba...

Desde mi casa de cristal
ignore colores.
Tomé caminos
tropecé son tardes teñidas de granas,
estómagos vacíos
pies descalzos,
arrugas hasta el alma.
Oídos secos,
clamores y lágrimas.
Trinos, albas
espacios encadenados,
hojas secas en mis manos,
seres sedientos de azules infinitos,
sabios de pasos lentos olvidados...
Estaba allí,
entre claros y oscuros caminábamos.


(Tomado de la revista virtual: “Artesanías Literarias” –Revista Literaria del Espacio Planetario)


San Juan. Argentina
Contacto entretejerpalabras@gmail.com

Valeria Zurano

La herido insaciable

Puede que haya amantes para la larga hora
que te resta
halagos que te ayuden
culpas que te destruyan
pero no hay sombra de árboles
para tu caminata desértica
no hay agua de manantial
para tu sencilla sed.
Y si el futuro es un reflejo del pasado
si los hechos son ciclos que terminan
y vuelven a comenzar
cómo vas a hacer para escapar
únicamente vos
de aquella casa en llamas
cómo vas a hacer para entender
que no sólo se trata de inhalar y exhalar.

Mirás en el mapa de tus días
rutas cotidianas, caminos rutinarios
deambulás en la simetría de esta parodia
envuelta en las plumas de ángel invulnerable
jugando en la oscuridad
a detectar objetos
a rozar paredes,
sabiendo que la puerta azul que da al otro lado
la preciada salida del laberinto
está en otro castillo
ajeno a tu voluntad.

Pero nadie se pierde en este laberinto
hay signos a veces imperceptibles
que develan la salida;
y la soledad que estrangula
porque es el lenguaje de los huéspedes
de sitios enigmáticos.

Puede que haya dedos tenaces para tus noches
escarbando en el terreno del silencio
para apropiarse de sombras sólo tuyas
de nombres que te pertenecen
de miedos que emergen como corazas
para entenebrecer el aire que respiras
para proteger la carne al rojo vivo.

El vértigo te asoma al borde del abismo
de afuera hacia adentro;
no te deshabites como una casa abandonada
no te exilies de tu propio nombre
que en la Victoria de las tiniebla
los locos despliegan las fiesta de la luz.


Buenos Aires, Argentina.
Contacto: losotros2007@yahoo.com.ar



jueves, 3 de abril de 2008

La Conjunción del sol,el vino y la poesía (II)

Como el número anterior, nos complacemos ofrecer nuevamente al lector autores y sus obras, que participaron en el III Encuentro Internacional Comunitario de Escritores denominado “Entretejiendo desde el hacer de las palabras”, llevado a cabo en la localidad de Pocitos, provincia de San Juan (Argentina) entre el 23 al 29 de septiembre del 2007, con el auspicio del Gobierno de la provincia de San Juan.la municipalidad de Pocitos , todo bajo la coordinación de la escritora sanjuanina María Esther Robledo y el Director de Bibliotecas Populares. Licenciado Jorge Elizondo.

Autores publicados

Gregorio Angelcos

Amalia Isabel Daibes

Adela Margarita Salas

Delfina Acosta

Estatua en la Plaza Verde

Te esperaría. Yo sería, amado,
la primera en llegar hasta la vía,
y la última en volver, con un paraguas,
de la estación del tren que te traería.
Iré hasta el mar como la lluvia, a veces,
y pasaré del mar a la otra cita,
en el muelle del puerto, frente al río.
Seré la gris silueta que tirita.
Inmensamente sola como novia
saldré a buscarte y volveré tardía.
Del balcón a la plaza partiré.
Seré una estatua de melancolía.
Y a la hora puntual de nuestras muertes,
si llegara primera a nuestra cita,
te estaré ya aguardando para darte
mi amor en una blanca margarita



Asunción - Paraguay
Contacto: delfina@abc.com.py

Gregorio Angelcos

5000/Después del holocausto nuclear

Un viejo le había dicho que aquella piedra del acantilado hablaba cada diez siglo, pero que no tenía certeza de que fuese cierto.
El niño escéptico ante la historia, se aproximó y con un gesto enérgico le dijo: “habla si tienes algo de imaginación” , y la piedra hizo una mueca y se desintegró en millones de fragmentos atómicos que se diseminaron por el suelo.
El niño regresó donde el viejo y le dijo: “ “La piedra está viva, no habla pero gesticula”. “Un gesto es un síntoma de la inteligencia, contestó el anciano, y se fueron caminando por el tiempo en busca de algún otro fenómeno que los pudiese asombrar.
(del libro: “Dios necesita un siquiatra)
Chile

Miguel Crispín Sotomayor

Mis Temores
Para Alberto y Janete Capiberibe



Temo a la oscuridad,
a los relámpagos; a las crecidas
de los ríos y de los mares. A los volcanes,
los terremotos
y a los ciclones.

A que se oculte el Sol
o no salga la Luna, temo.

Temo a las guerras de rapiña
y al terrorismo de Estado.
A la democracia burguesa,
a los políticos tradicionales
y a los traidores.

¡Es tanto a lo que temo,
que a morir temo de repente un día, sin ayudar
a enterrar a mis temores!

(del poemario en preparación “En la redondez del Tiempo”
)


Ciudad de la Habana -Cuba
Contacto: arcomar@cubarte.cult.cu

Amalia Isabel Daibes

La tierra, la vida , nosotros

Desde el sur, una luna de palabras,
solfea en do mayor
y una escarcha de silencios
esconde su frialdad en una arista
Universal.
A lo lejos juegan , en un cielo de
Hojarascas,
los otoños gastados, las primaveras
sensuales
y los veranos cansados,
todos en un calendario desteñido
en un tiempo de papel gastado
y una mueca desnuda que no duerme,
porque se quedó sin excusa, los aplaude
en vacío
Una lluvia de esquina delinea la ciudad
Y los cansancios grises, se instalan
cómodos
por todas partes.
Un invierno de espinas corre en punta de
pie,
surca los rostros , destapa las raíces
y un hueco de ventanas moribundas
pliega sus pestañas imposibles.
Los abrigos mudos se reciclan a nuevo
y salen a tomar el té a la hora prometida
de los viernes.
Los saludos anónimos no se dan tregua
y cansados de no conocerse, dejan de
mirarse
Los sentimientos azules quedan
Atrapados
en el solfeo lunar, se fragmenta después
y son repartidos a la vida en desiguales
sobres.



Pehuajó - Buenos Aires - Argentina
Contacto: amaisade@yahoo.com.ar

Guerrero Del Arco Iris


La expresión "Guerrero del Arco Iris" procede de una profecía de indígenas norteamericanos que decía que cuando el mundo estuviera agonizante , "El Guerrero del Arco Iris" llegaría para salvarlos.

apia escribió "Hubo alguna vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nacida india de la tribu Cree de norteamérica, esta mujer lanzó una profecía que hasta nuestros días hace eco; la profecía dice así:
Llegará el día en que la codicia del hombre blanco, del Yo-ne-gi, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie. Y la humanidad como la conozco dejará de existir. Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a “los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos” para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como “Los Guerreros del Arcoris”.
Llegará el día en que algunas personas despierten de su letargo para forjar un Mundo Nuevo de justicia, de paz, de libertad y de respeto por el Gran Espíritu. Los Guerreros del Arcoiris transmitirán el mensaje, para difundir sus conocimientos a los habitantes de la Tierra, a los habitantes de Elohi. Ellos enseñarán a vivir como vive el Gran Espíritu, y mostrarán cómo ese mundo futuro se ha alejado del Gran Espíritu y por qué razón se encontrará tan enfermo. Los Guerreros del Arcoiris le enseñarán a la gente que este Ser Ancestral, el Gran Espíritu, es un ser de amor y comprensión, mostrarán cómo devolverle a la Tierra, a Elohi, toda su belleza. Estos Guerreros del Arcoiris proporcionarán a la gente los principios y reglas para hacer una vida acorde con el mundo. Estos principios serán los mismos principios que seguían los pueblos del pasado. Los Guerreros del Arcoiris le enseñarán a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión. Y enseñarán por los cinco rincones de la Tierra cómo alcanzar la armonía entre las personas. Le enseñarán a la gente cómo orar al Gran Espíritu de la misma manera como lo hacían los pueblos del pasado, dejando que el amor fluya como las hermosas corrientes que descienden de las montañas, por cauces que las llevan a unirse con el océano mismo de la vida. Y una vez más renacerá la alegría de estar en compañía como también en la soledad. Estarán libres de envidias mezquinas, y amarán a sus semejantes como a sus hermanos, sin importar el color de su piel, su raza o su religión. Sentirán cómo la felicidad inunda sus corazones mientras se vuelven cada uno con el resto de la creación. Sus corazones serán puros e irradiarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu. Y una vez más colmarán sus mentes, sus corazones, sus almas y sus actos de los pensamientos más puros, para así aspirar a la magnificencia del Maestro de la Vida, ¡el Gran Espíritu! Hallarán la fortaleza que se oculta en la belleza de una oración y en los momentos de soledad de la vida. Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.
Los ríos fluirán limpios otra vez, los bosques serán abundantes y llenos de hermosura, y otra vez habrá aves y animales sin número. Nuevamente se respetarán los poderes del planeta y de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir. El pobre, el enfermo y el necesitado recibirán cuidados de sus hermanos y hermanas de toda la Tierra. Y estas prácticas serán de nueva cuenta parte de sus vidas cotidianas. Los líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la vieja usanza... no por el grupo político al que pertenezcan, ni porque griten más fuerte o presuman más, tampoco por un proceso de intercambio de insultos o acusaciones mutuas; serán elegidos aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras. Serán elegidos como líderes o Jefes aquellos que den muestras de su amor, su sabiduría y su valor, que hayan sido capaces de actuar por el bien de todos. Serán elegidos por sus cualidades, no por la cantidad de dinero que posean. Y al igual que los Jefes devotos y considerados de la antigüedad, usarán su amor para entender a la gente y para asegurarse de que sus niños y jóvenes sean educados en el amor, en el trabajo y en el conocimiento de su entorno. Les mostrarán que los milagros pueden hacerse realidad para curar a este mundo de todos sus males, devolverle la salud y la belleza que antes tuvo.
Las tareas que les esperan a los Guerreros del Arcoiris serán muchas y mayúsculas. Habrá enormes montañas de ignorancia que será necesario vencer; se enfrentarán contra prejuicios y odio. Tendrán que ser dedicados, firmes en su fortaleza y tenaces de corazón. Porque en su camino hallarán mentes y corazones dispuestos a seguirlos en esta senda que le devolverá a la Madre Tierra toda su belleza y su plenitud. Ese día llegará pronto, ya no está lejos. Llegará el día en que nos demos cuenta de que todo lo que somos, nuestra existencia misma, se la debemos a las gentes que han reservado su cultura y su herencia, a esas personas que han mantenido con vida los rituales, las historias, las leyendas y los mitos. Y será gracias a este conocimiento que ellos han preservado, como volveremos a estar otra vez en armonía co n la Naturaleza, con la Madre Tierra y con la humanidad misma. Y descubriremos que este conocimiento es nuestra clave para la supervivencia. Éstos serán los Guerreros del Arco iris, y ésta es la razón que me impulsa a proteger la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados.
Sé bien que el día del que hablaba Ojos de Fuego está por venir. Y quiero que mis hijos y mis nietos estén preparados para aceptar esta misión: la misión de convertirse en un Guerrero del Arco iris.

Walter Giardino

Guerrero del Arco Iris

Sufriendo nuestra inconciencia
Tal vez pueda morir
La tierra hoy se desangra
¿Qué harás sin su existir?

Ayúdame, tu ser también
Es de este mundo
Tus hijos no podrán vivir
Entre el dolor

QuePeleemos contra los tontos
harán nuestro final
La vida la da esta tierra
No hay otro lugar

Ayúdame, tu ser también
Es de este mundo
Tus hijos no podrán vivir
Entre el dolor

Guerrero, sólo tu puedes
Ganar con la verdad
Luchemos por los que vienen
Por ver felicidad

Ayúdame, tu ser también
Es de este mundo
Tus hijos no podrán vivir
Entre el dolor

Guitarra líder del grupo de rock Rata Blanca

Argentina

Adela M. Salas.

El silencio

El silencio, llegó cuando la
noche
Dejó cautiva en el cielo,
A esa estrella furtiva
Que intentó contarte mi
anhelo.

El silencio, te abrazó esa
mañana
Cuando los dos, junto al
río
Nos mirábamos
profundamente
Y temí confesarte lo mío.

El silencio, te reprochó una
tarde
Cuando apartaste a esas
mariposas,
Que solo te acariciaban el
rostro
Como lo harían mis manos
candorosas.

El silencio, ya entonces
Es un gran tesoro y mío;
Que me guarda en un cofre,
Todo este amor que tú , no
conoces.


Buenos Aires - Argentina
Contacto: salas514@yahoo.com.ar

Gustavo Tissoco

Confieso mi tristeza...

Confieso mi tristeza
pues duele la sonrisa.


Niños desechos en los campos,
mujer desbastada,
hombre indigno.

Trigos sin pan,
aves sin vuelo,
esperma mudo.

Multiplicadas tumbas,
luto incesante,
cielo crespón.

Defiendo hoy mi dolor,
avergüenza la alegría.

(de: "Paisaje de adentro")

Buenos Aires - Argentina
Contacto: gtisocco@intramed.net.ar

Mapuche 43 -Verano 2007-2800

La Conjunción del sol,el vino y la poesía

La Conjunción del sol , el vino y la poesía

Cuando hablamos de conjunción, podemos estar hablando de verbos, palabras, sílabas, sonidos, que expresan en un solo bosquejo gramatical la acción de estar haciendo algo.
Pero el término conjunción, también significa unión, reunión, junta; y esto a lo que nos estamos refiriendo, a esta aproximación que muchas veces juega un papel importante en la literatura; regularmente leemos textos donde el sol, el vino, y la poesía son sustantivos vitales a la hora de configurar una obra, donde el autor es el centro neurálgico de la misma.
Sol, vino y poesía, esta conjunción que más allá del papel, a veces logra hacerse realidad.
Y esto ocurre en nuestro país; el sol , el vino y la poesía, se dieron cita entre el 23 al 29 de septiembre del 2007, en una de las provincias que forman parte de la conocida región de Cuyo,conocida y promocionada turísticamente, casualmente por el buen sol, y los buenos vinos que ella produce.
Exactamente en San Juan, alrededor de 55 vates provenientes de distintas provincias argentinas y de países latinoamericanos como Brasil, Colombia, Chile , Venezuela y México , nos dimos cita para confraternizar durante una semana, jornadas de intercambios de amistad y poesía, entorno al III Encuentro Internacional Comunitario de Escritores denominado “Entretejiendo desde el hacer de las palabras”, con el auspicio del Gobierno de la provincia de San Juan.la municipalidad de Pocito, epicentro del mismo, todo bajo la coordinación de la escritora sanjuanina María Esther Robledo y el Director de Bibliotecas Populares. Licenciado Jorge Elizondo.
Revista Mapuche, siempre con el objetivo de divulgar literatura y a sus dignos cultores, como lo viene haciendo desde su creación, ha querido sumarse a este evento, difundiendo a través de este número y posteriores a quienes participaron en el mismo.
Aquí publicamos a :
María Alejandra Araya
Elizabeth Caldeira Brito
Luz Amparo Carranza G
Lila Levinson

María Alejandra Araya

El tío Roberto
“Comprendió que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre
debe acatar el que lleva adentro” Jorge Luís Borges. “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”


-Shhh, come y calla. La abuela empuña en alto el cucharón con su mano derecha. Con la izquierda se toma la cintura.
-¡Pero yo lo ví al tío Roberto! ¡En la piecita del fondo! ¡No digo mentiras!
-¡Que te calles o te quedas sin ver los “Titanes en el Ring” esos, joder!
El tío Roberto es el más chico de los cuatro hijos de mi abuela Juana que enviudó y crió a todos como pudo, cosiendo ajeno. Eso dicen, a mí no me consta.
Fue a la siesta lo del tío Roberto. Es que me mandan a dormir y a mí me da una bronca porque prefiero escribir. Tengo como mil cuadernos Gloria espiral llenos de historias que invento. Yo vi al Fernando-ese-mequetrefe-como-dice-la-abuela que se había puesto ropa de mujer. ¡Y el tío Roberto se la probaba! Era en la piecita del fondo donde está el maniquí de la abuela-momia-de-Titanes-en-el-Ring.
Para mí, el tío Roberto es como el Sargento Sanders de “Combate”. Nunca se enoja, da órdenes y no le importa que le coman el cuero. Eso sí, también canta y hace pasos de balet y eso el Sargento Sanders nunca lo haría y mi abuela y mis tías dicen-si- viviera- papá y yo me divierto y escribo todo en el cuaderno Gloria con espirales.
El tío Roberto tenía mucha habilidad con la costura. Primero le empezó cosiendo a mi mamá. De un tapado que no usaba le hizo un conjunto hermoso que parecía comprado en una tienda. Las vecinas se enteraron y empezaron a llevarle trabajo. Pero la abuela hacía como que no le importaba, por el portón del fondo, les gritaba.
Entonces ocurrió una especie de milagro o algo así. Ramona, la vecina, que era doméstica de una señora rica le habló a su patrona del tío Roberto. Un día llegó esta mujer en un auto largo con chofer y el tío la atendió como una princesa, le dio un beso en la mano y le convidó té en esas tazas que la abuela nunca usa porque dice que no se puede sopar. De ahí en más todo cambió. Esa señora rica trajo a otras y así el tío tuvo que llamar a su amigo Fernando para que lo ayudara y pedirle a mamá que le diera una mano con la plancha.
Resulta que la piecita del fondo le quedó chica al tío Roberto y tuvo que alquilar en el centro. Por ahí no lo veía ni en una semana y mi mamá venía toda cansada pero estaba cada vez más linda y eso me ponía feliz. ¡Hasta hablaba diferente y le brillaban los ojos!
-En el barrio comentan, dicen que…
Eso le decía una de mis tías a mi abuela un día que entraba yo de la calle y la abuela-foto-de-enfermera-en-los-pasillos se puso el dedo de señalar en los labios. Ese día, mi mamá le entregó un sobre a mi abuela que le mandaba el tío Roberto. Eran muchísimos billetes y mamá voz seca-aserrín-de-carpintería le dijo:
-Tome, dice Rober que es para que levante la hipoteca.
Es que al tío ahora le decían Rober y salía en el diario del domingo hablando de modas. Y la abuela hablaba en la carnicería que su hijo salía en el diario y que la gente habla por hablar nomás, porque el aire es gratis.
Para la fiesta de fin de año de la escuela me eligieron para recitar una poesía. El tío fue con Fernando y se sentaron atrás. No se quedó para saludarme aunque me dejó de regalo un libro: El Aleph de un tal Borges y mi mamá me dijo-sos-chiquito-no-lo-vas-a-entender. El tío Roberto me había puesto con letra prolija: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es”. Con todo el amor del mundo, para un futuro escritor. Tu tío Roberto.
Hace ya cinco años que el tío se fue de San Juan y vive en Buenos Aires. Allá puso su atelier que se llama “Le chateaux” y nos carteamos seguido. Él me dice que escribo muy bien y que mamá me tendría que mandar a un curso de lengua.
Ya no vivimos en el barrio. La abuela vendió la casa y con la plata que le mandó el tío nos cambiamos al centro. Mi mamá no quiso irse con él por no dejar a la abuela. Gracias a una clienta encontró trabajo en una tienda de telas como asesora de compras.
El otro día cuando dije que me gustaría ser como el tío, a mi mamá se le atragantó el bocado y la abuela respiró profundo y se echó en la silla. No entiendo por qué, la tía Cecilia dijo:
-¿Por qué no lo mandás a fútbol?
Y yo les dije que ni loco iba a fútbol, que iba a hacer lo que me gustara porque sólo una vez en la vida el hombre sabe para siempre quién es-voz-del-Sargento-Sanders-a- sus-soldados. Increíblemente, todas quedaron calladas.
Ya no dan más los Titanes en Ring ni Combate, tampoco está el tío para hacerme reír con su canto y sus pasos de balet. Y yo empecé un taller literario

San Juan - Argentina

Contacto: tana1734@hotmail.com


Jorge Boccanera

El niño de la fotografía


No hay mucho que hacer en la memoria
caminar una casa derribada a balazos
atravesar arañas con palabras
buscar viejos olores quemados por el viento.

Poco que hacer allí
mear en los rincones para espantar las sombras
correr donde no hay nadie
¿qué hacer en la memoria?
¿descansar en un ruido?
¿ponerse de rodillas ante un gran agujero?

(de: Nueva Poesía Argentina, de Leopoldo Castilla.Editorial Hiperión )

Argentina



Elizabeth Caldeira Brito

Dualidad

A poesia,
no asombro da noite
esfacelou-se.

Há que se expóe
nas palabras, linhas
e metáforas
na distáncia das horas.

Há que se esconde,
sob o pulso
que a(r)dia
sonho, prazer
e fantasia

Uma anoitece
sem forças em que
conter-se
Para a outra conseguir
subviver



Dualidad

La poesía,
En el fantasma de la noche,
Se deshizo.

Hay quien se expone
En las palabras, líneas
y metáforas
en la distancia de las horas.

Hay quien se esconde,
Bajo el pulso
que a(ardía)
sueño, placer
y fantasía.

Una anochece,
sin fuerza para
contenerse.
Para que la otra logre
subvivir.

Traducción de la poesía : Ana María Patrone

Goiás (Brasil)
Contacto: beth- abreu@hotmail.com

Luz Amparo Carranza G

Solo hay un fantasma

No está tras la puerta
Ha fugado sus pasos a la avenida
Ha dejado de titilar en recuerdos
Lastimó las guitarras
Olvidó las canciones
Fragmentó, corto el pasado
Pintó nueva historia
Se diluyó en el poema
Derramó el café
Asistió a sus funerales
Sólo él entre la correspondencia de los cuerpos
Se entreteje y rompe la caricia de tus ojos.

(del libro: “Poemas para golpear)


Colombia
Contacto: amparocarranza@hotmail.com

Piero De Vicari

Contemplación de la levedad

en el pulmón de la tarde
cae la hoja del árbol
y su resina
moja la memoria del verde

leve muy leve apenas una pluma
en los brazos del viento
va perdiendo altura
zigzagueando entre frondosas distancias
resignada a la caída
como un planeta se entrega a su órbita
de luces y vacíos

es increíble como mis ojos caen con ella
y se demoran
en el adiós de los hombres
pero es su adiós vegetal
el que muere en la tormenta
gota y sabia
en el dibujo de la lluvia
sola
ajena a todo nacimiento

cae la hoja del árbol
y entierra su nervadura de soles
donde una vez fue ceguera
júbilo
patria de raíces
aire
y semillas

del obituario hasta su nombre
solo el recuerdo grabará esta hora
solo el recuerdo
y este poema

Buenos Aires - Argentina

Contacto: pierodevicari@hotmail.com



Leyendas Argentinas

El árbol de sal

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Los mocovíes, indígenas del norte, conocen un helecho llamado lobec Mapic, al que muchos confunden con un árbol, porque tiene un gran porte y puede llegar a los 2 metros de altura.
Dice la leyenda que cuando Cotaá (Dios) creó el mundo hizo esta planta para que alimentara al hombre; la planta se expandió rápidamente y fue de gran utilidad para la humanidad que la consumía agradecidamente.
Neepec (el diablo), sintió envidia de ver lo útil que era esta planta y se propuso destruirlas a todas, de la forma en que fuese necesario y posible.
Se elevó por los aires y fue a las salinas más cercanas, llenó un gran cántaro con agua salada y lo arrojó sobre las matas con la intención de quemarlas con el salitre.
Fue entonces que las raíces absorbieron el agua; la sal se mezcló con la savia y las hojas tomaron el mismo gusto.
Cotaá triunfó una vez más porque la planta no perdió su utilidad, ya que con ella sazonan las carnes de los animales salvajes y otros alimentos.

Lila Levinson

En domingo

En domingo, estoy sola
En domingo escucho el ruido del alma
En domingo rasguño universos diferentes
En domingo hay un silencio repleto de oscuridades.
Mis palabras sólo las oye la casa.
Dónde es arriba y dónde es abajo?
Antes que te fueras había en
el jardín flores que no se marchitaban,
Te llevaste los tañidos del laberinto.
Ahora, dónde los guardas?
Hoy es domingo.
Quiero correr sin caerme en gajos
Quiero un vestido hecho por pájaros
No quiero más “no” en domingo
Ni miedos que tajeen
Ni nubes en mi cara
Es domingo, estoy sola
Te llevaste la caja con los sones: los del mar,
De la risa y de la arena de la playa.
Es domingo, estoy sola
Para qué me sirve ser la propietaria de la casa.

Mendoza - Argentina

Contacto: lilalev@gmail.com



Alfredo Lavergne.

RESPIRADERO de paisaje Central



Estás vivo

frente a los orificios nasales del animal

y sólo has muerto cuando olfatea su presa.



SIN TITULO ECOLOGICO

Más al sur
entregaron el cisne de cuello negro
a la merleta globalista.


Valparaiso - Chile
Contacto:lavergne21@hotmail.com

miércoles, 2 de abril de 2008

Editorial

La Aventura de ser poetas

Cuando nos desligamos de toda actividad cotidiana, y sumergimos nuestros destinos en el país de los sueños y solemnidades, podemos decir que hemos comenzado a nacer de nuevo ante un mundo que nos involucra día a día en sus erróneas conspiraciones de átomos y espurios testimonios de individuos que dicen proclamar la paz.
Aventurarse por escabrosos caminos, obstruidos por una violencia, un odio, una injusticia descomunal y sin raciocinio que acosa a nuestra Humanidad, es para el hombre actual una odisea llamémosla cósmica-terrenal, que obliga indefectiblemente a penetrar por los territorios del infinito, transitándolos, palpándolos de la manera más humilde y transparente.
Insinuar crear un mundo diferente, mediante una metáfora, es quizá un absurdo no imposible, que con el correr del tiempo, con dedicación fe y empeño, pienso, se puede llegar a lograr esa realidad que suplante a todas las realidades que habitualmente nos rodean.
Una vez alcanzado ese plano intelectual en la vida de uno mismo, podríamos entonces coincidir con el pensamiento de Arthur Rimbaud que dice: “El poeta es un vidente, la poesía un instrumento de conocimiento, la historia, el destino de la humanidad se expresan por la voz del poeta”.-

Leyendas Argentinas

La Leyenda del “Paso del Lechuzo

Desde el año 1856, cuando se creó el “Fuerte Constitucional” o Villa Mercedes, se empezaron a conocer y usar en algunas ocasiones, otros pasos existentes más al sur, tales como “El Paso del Lechuzo”, “Las Arganas” y “Lomitas”.
Entre los más conocidos por las fuerzas militares de Lucio V. Mansilla en su excursión a los indios ranqueles esta “El Paso del Lechuzo””, cuya sola mención portaba un caudal de misterios y temores secretos.
Cuenta la historia, que ya en las penosas caravanas, o accidentadas travesías en diligencia y volantas, al tocarse el tema del indio, y acortarse distancia hacia la línea del Río Quinto (el último río, de los cuatro que atraviesan la provincia de Córdoba, y situado bien al sur de la misma), llegaban irremediablemente los múltiples y legendarios relatos de sangrientas emboscadas indias en el sombrío Paso del Lechuzo.
¿Quién no tenía un amigo o conocido que alguna vez se salvó milagrosamente de una de ellas?
Se decía que al llegar al enigmático, sombrío y aterrador Paso cerrado por altos caldenes y quebrados chañares, se escuchaban silbidos y quejidos de mujer.
Algunos decían que eran las ánimas de los cristianos degollados por los indios; otros que eran los indios asesinados por los cristianos.
Por las noches, se aparecía al viajero, una mujer vestida de blanco, sentada junto a la barranca… Las cabalgaduras se empacaban y era inútil azuzarlas o darle rebenque, sólo iniciaban el trote, cuando la aparecida se esfumaba tras una densa neblina blanca..
Decían que no era una cristiana, sino una india que lloraba por los hijos que los mató el cristiano en el lugar

Jorge Ricardo Aulicino

Pesca de altura

Es preocupante esta sigilosa gota
de sombra en la bañadera.
Mucho más golpea el abismo aquí
que en la profundidad del mar donde
la luz de los submarinos rasga la penumbra
sólo para verificar el dominio absoluto
de la noche.

El abismo insondable asusta a los tripulantes
pero la luz de la cabina los conforta.
En la bañadera no hay refugio posible.


(de: Nueva Poesía Argentina, de Leopoldo Castilla.Editorial Hiperión )


Argentina

María Teresa Andruetto

Autorretrato ante el caballete

a Alejandro Schmidt

El pincel sirve para salvar
las cosas del caos.
Shitao


Esto es lo que queda
de un hombre que se muere:
un pincel y la mano agrietada
que sostiene el pardo, el rojo,
el amarillo... la mano que va,
que se desvela, desde el charco
de luz hacia la tela.

Lenta la pincelada oscura,
el hijo del molinero
tantea con ojos ciegos
la espesura
hasta dar con la luz.

Este rostro ya estaba
debajo de la tela, estaba y carcomía
con su podredumbre el retrato del joven
con gorguera. Bajo las arrugas y los ojos
desteñidos están los ojos arrogantes
de otro tiempo, pero ni el otro ni éste
son grandes, a todos los ha herido
esta luz: ya nada es menos,
hasta lo más miserable
tiene su destello.

No es la pieza oscura donde pinta,
ni la pobreza que trajo la desnuda forma.
ni la luz que cae sobre la gorra,
ni el pelo desprolijo, ni la barba,
tampoco el cuerpo vencido,
ni el olor rancio del encierro.
Son los ojos que no encuentran
a Saskia, a Hendrickje, al bienamado Tito;
los ojos que se han vuelto
hacia un lugar de nada,
hacia el vacío.

Otros buscarán la nota pura,
la imagen que persiste, la tersura,
como buscan sus ojos en la tela

(es la mirada lo que abruma,
lo que desvela)

También yo persigo una palabra
oscura en los retratos de Saskia,
en la ternura de Hendrickje, en la viva
luz de Tito, y el aire de bondad,
la carnadura de un hombre
que se deshizo



Córdoba - Argentina
Contacto : tandruetto@arnet.com.ar